Arequipa y Cañón del Colca

Decididamente, la vida llega a sorprendernos siempre, y a mi, en el principio de este viaje, lo ha conseguido con el Cañón del Colca.

Una vez ubicado en Arequipa, finalmente decidí que sí, que me iba al Cañón del Colca de una vez. Tantos años viniendo a Arequipa, y ya empezaba a ser un crimen el hecho de no conocer el valle y el cañón.

O sea, que ayer a primera hora de la mañana, un minibús e vino a buscar a casa de los amigos en donde estoy hospedado. Tenía mis serias dudas de como me lo iba a pasar, pues, aunque mucha gente no se lo crea, yo a primeras soy muy tímido, y tenía miedo de ver con que grupo me iba a tocar...

El primer momento fue un poco duro, era el último en subir al minibus, y solo quedaba un sitio. Me senté y todos churriprietos, nos fuimos camino de Chivay.

Después de detenernos al cabo de un par de horas, a tomar un mate de coca, entablé conversación con una chica suiza de la zona francesa, y se nos añadió una alemana, los 3 viajábamos solos.

De ahí, ya en el bus, me puse a hablar con una pareja de lo mas peculiar, él alemán y ella eslovaca, y nos pasamos casi todo el trayecto hablando (gran logro para mi).

De ahí seguimos el trayecto y nos detuvimos en una zona en donde se adoraban a los apus(dioses de las montañas) y decían que si hacías un pilar de varias piedras, se cumplía un deseo. Claro está que hice mi montoncito y mi deseo.

Llegamos los hotelitos y después de descansar una hora, nos llevaron a los baños termales de Chivay, 3 piscinas de agua caliente, en donde ya todo el pelotón de juventud del grupo terminamos hablando... aquello parecía el fórum de las culturas... se hablaba alemán, inglés frances y español ( y los mayores del grupo italianos y catalanes!)

Por la noche cena folclórica, en la cual aun nos reímos más, y...

Me levanté las 5 de la mañana, alisté el equipaje y a las 6, esaba listo para ir a ver la cruz del cóndor, en donde se supone que se ven los cóndores volando. Empezamos a ir por una trocha cerca de 2 horas, para llegar al punto culminante del viaje. Nuestra sorpresa fue, que bastante antes de llegar a a Cruz del cóndor, empezamos ver una bandada de cóndores volando.

Detuvimos el bus y empezamos a admirar el vuelo de los cóndores. Sencillamente espectacular.

Hemos tenido la oportunidad de ver unos 18/ 20 cóndores volando. Ver las alas abiertas de estos pájaros, de 3 metros de longitud es impresionante. El cielo estaba totalmente azul, y hemos podido disfrutar como pocos la experiencia del vuelo de los cóndores. Así pues, cuando hemos llegado a la cruz del cóndor, la espectacularidad de los vuelos la hemos tenido encima de nosotros previamente, y no mirando hacia abajo como suele pasar en este lugar.

Lugar inolvidable, compañía agradable, y vistas espectaculares... le dejan a uno con muy buen sabor de boca.

Mañana bus y a Julica, y de allí... a Ollachea!