Bueno, hola a todos,hoy ya un poco más calmado y reventado de cavar y cernir más y más tierra...
Para los interesados: el violador por el momento tiene prisión hasta enero, y ahora estamos en espera de que salga el juicio!!!
Hoy ya voy a contar el relato de San Gabán... que me quedó rezagado debido a ya saben que.
Era el día sábado,penúltimo día de los voluntarios de Puno, y Leo, el jefe de la casa, decidió bajar a San Gabán para despedirnos todos, yo, como era de esperar, más contento que unas castañuelas, ya que cada vez que voy allá, revivo momentos inolvidables de la vida.
6am. cargamos el carrito que yo manejo, leo a mi lado, 4 atrás y... unos 8 en la parte trasera... lo normal, vamos!
Empezamos el descenso, y poco a pocos vemos como se va abriendo paso la vegetación más exuberante típica de la selva, y el calor se va notando.
Llegamos a San Gabán, y ese olor especiado de la selva me llevó de regreso a mis tiempos vividos 10 años atrás.
Reencontrarme con mucha de la gente de la época, y que todavía nos emocionemos al vernos es impagable.
Desayunamos en el porche de la parroquia ( después de llevarnos una cafetera italiana de dento de la casa, como no vivía nadie en la parroquia, le daremos buen uso...)
El hecho de volverme a sentar allá con el sol, y el sonido de los grillos y demás animales fue como un volver atrás, decididamente, recordar es volver a vivir.
Lo mejor. ir a bañarnos a la boca del río, un cortante entre dos rocas en medio de la selva, con lianas cayendo y resquicios de sol adentrándose entre la vegetación.
Lo peor... los moscos! suerte que llevaba repelente y me bañé en él.
Me reencontré con Ruth, con 24 años ya, que me pidió en matrimonio para conseguir la visa, con Rosmery que ya tiene 2 hijos, y con Guy, que gracias a mi, se ha hecho enfermero!
Grandes momentos y grandes recuerdos.
Siempre hay un remanso de paz en la guerra y creo que este es el mio.
Para los interesados: el violador por el momento tiene prisión hasta enero, y ahora estamos en espera de que salga el juicio!!!
Hoy ya voy a contar el relato de San Gabán... que me quedó rezagado debido a ya saben que.
Era el día sábado,penúltimo día de los voluntarios de Puno, y Leo, el jefe de la casa, decidió bajar a San Gabán para despedirnos todos, yo, como era de esperar, más contento que unas castañuelas, ya que cada vez que voy allá, revivo momentos inolvidables de la vida.
6am. cargamos el carrito que yo manejo, leo a mi lado, 4 atrás y... unos 8 en la parte trasera... lo normal, vamos!
Empezamos el descenso, y poco a pocos vemos como se va abriendo paso la vegetación más exuberante típica de la selva, y el calor se va notando.
Llegamos a San Gabán, y ese olor especiado de la selva me llevó de regreso a mis tiempos vividos 10 años atrás.
Reencontrarme con mucha de la gente de la época, y que todavía nos emocionemos al vernos es impagable.
Desayunamos en el porche de la parroquia ( después de llevarnos una cafetera italiana de dento de la casa, como no vivía nadie en la parroquia, le daremos buen uso...)
El hecho de volverme a sentar allá con el sol, y el sonido de los grillos y demás animales fue como un volver atrás, decididamente, recordar es volver a vivir.
Lo mejor. ir a bañarnos a la boca del río, un cortante entre dos rocas en medio de la selva, con lianas cayendo y resquicios de sol adentrándose entre la vegetación.
Lo peor... los moscos! suerte que llevaba repelente y me bañé en él.
Me reencontré con Ruth, con 24 años ya, que me pidió en matrimonio para conseguir la visa, con Rosmery que ya tiene 2 hijos, y con Guy, que gracias a mi, se ha hecho enfermero!
Grandes momentos y grandes recuerdos.
Siempre hay un remanso de paz en la guerra y creo que este es el mio.
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