Mi despedida de Ollachea

Hola de nuevo, lo siento por no haber escrito en largo tiempo, pero es que han sido los últimos días con los chicos y he querido exprimir al máximo todo el tiempo con ellos.
Después del día en san Gabán empezamos a cultivar las chacras de la casa( si, que pasa, me he vuelto horticultor, plantando rabanitos y tomateras), lo mejor, es que he visto salir las hojitas de los rabanitos antes de irme, que emoción!!!!
Bueno, a lo que iba, la última semana, fuimos a buscar a Lucho a Macusani, Lucho es el "presi" de la asociación, para los que no lo conozcan, es algo así como el doble de Bin Laden, pero en argentino ( se pueden tener mas desgracias juntas??? jejeje) En Macusani hacía un frío de la patada, ya terminaron las lluvias y el frío hace acto de presencia, que le haremos, siempre han dicho que en la sierra viven los curas, las monjas y los locos... que seré yo????
Bajamos hasta Ollachea manejando yo la furgoneta, ya que la pista es inviable por el momento para los que no son 4x4., y para mi desgracia me estuvo rompiendo las pelotas todo el viaje.
Al llegar, mil reuniones del proyecto, de financiación (por el momento el dinero que hay para comer cada chico es de 3 soles al dia, imagínense los malabarismos que tenemos que hacer).
De allá visita a la pizzería, que está impresionante (9 no es porque yo trabajase,que conste), y el martes en la noche, despedida de los chicos en la casa, me iba el jueves, pero como el miércoles se abre la pizzería en la noche, el espectáculo fue el martes. Me hicieron mil bailes, y mil danzas, me lo pasé genial, y después, a bailar huaynos, que se me da algo así como fatal... pero es mi despedida, así que... a bailarrrr!!!!
Las lágrimas llegaron la día siguiente, en la noche invitamos a todos los chicos a una porción de pizza familiar en la pizzería y a una taza de chocolate, arreglamos el mundo con Lucho, y me alegré de ver, como muchos de los chicos y chicas me hacían las últimas confidencias antes de irme ( creo que el despertar confianza en los jóvenes es una cosa que no tiene precio). Y.. llegó el momento crítico, llegar de la pizzería e irte despidiendo en los cuartos de los chicos y las chicas.
Con las chicas fue muy duro, sobretodo despedirme de Yenifer, la chiquita que habían violado, ya que, después de la experiencia vivida creamos un vínculo muy especial con ella y con chino, su hermano. Los chicos, pues fue otra cosa... muchos estaban medio dormidos, pero... mis engreídos no. Eliseo, el reggetonero de la casa, se levantó, y con lágrimas en los ojos, me dio un dibujo, y con Marco, uno de los chicos de las comunidades más alejadas de Ollachea (mas de 9 horas caminando), no paraba de darme las gracias, y fundidos en un abrazo lloramos juntos, y me dijoque esperaba verme al año en la casa, teniendo en cuenta que quería abandonar la casa por diversos motivos, aquello significó mucho para mi.
La noche, pues... ver mi cuarto vacío con todas las cosas en una mochila... se te hace un nudo en el estómago, pensando que se cierra una etapa importante de mi vida, y de eso se trata la vida, de abrir y cerrar etapas...
En la mañana, los chicos que no se habían despedido vinieron en manada la cuarto, y ya me ves otra vez con el moquillo saliendo, y cuando me viene Moisés, el rey del humor cáustico, y el cerebro pensante de la casa, me abraza y me dice, muchas gracias por todo, tu ya sabes... se me saltaron lágrimas para parar un tren.
Pero todo terminó ahí... a prender el carro y a manejar por última vez (por el momento) el recorrido Ollachea Macusani, para llegar hasta Juliaca, y de allá al Cusco... ya explicaré para que... jejjeje
un abrazo a todos, y... Si alguien quiere conocer la casa de Ollachea, que sepan que las puertas están abiertas, para que vean el gran trabajo que se realiza!!!!