Cusco, el puputi del mundo

Finalmente ya estoy por tierras cusqueñas, me parece casi irreal el estar paseándome nuevamente por estos lares. Después de las inundaciones, lo bueno que ha quedado son unos paisajes verdes de ensueño.
llegó Anna lunes al medio día, y una vez recogida del aeropuerto y chorreando de agua (seguimos con lluvias), nos fuimos a pasear por la plaza de armas. Cuantos recuerdos, la mayoría buenos, de los tiempos vividos en esta plaza y en esta ciudad.
Estos días me estoy aprovechando y estamos yendo a restaurantes fashion de la zona.
Me estoy mimando todo lo que puedo, antes de regresar a Ollachea, la cual cosa incluye un masaje a 4 manos, una hora, por 30 soles (dividan entre 4 y salen los euros). El puntazo fue cuando Anna, justo cuando nos íbamos a tumbar en las camillas va y suelta: soy muy escrupulosa, si veo un pelo salgo corriendo... me dio un ataque de risa que casi me meo encima!
Vimos nada mas llegar la procesión del cristo de los temblores (mi prima y mi tía ya saben lo que es eso... no poderte mover!!!), y decidimos verla de lejos, esta vez dejamos para los devotos lo del mogollón, aunque al final, cuando quisimos ir a casa, nos demoramos mas de media hora en encontrar un taxi para ir al depa donde dormimos (que está donde cristo perdió el poncho).
También, en nuestra línea, nos colamos en el hotel Monasterio (el mejor del Cusco) y nos fuimos a los claustros, a la zona exclusiva de clientes y a bañarnos de body milk que había en los wc (impresionante la pintura encima de los urinarios!!!)
Con Anna tenemos los dos la sensación de que nunca nos hemos ido de por acá, y cuando nos toman por turistas nos enfadamos... y... en regateo no nos gana nadie!!!!!
Ahora he llegado a calca, a casa de Ciro, mañana vamos a ver las salinas de Mara, uno de los pocos lugares que nos quedan por visitar.
ya les explicaré la odisea que hemos tenido para llegar a Calca, ya que las inundaciones se llevaron el puente de Pisac.