Nuestro viaje a Valle sagrado ha sido de los mas particular!
Decididamente, desde que te levantas hasta que te acuestas, acá todo es una aventura!
Después de levantarnos e ir hasta el paradero para Pisac, decidimos subirnos en un carro, pero como el chofer se había ido... llega otro y nos hace salir de un carro y, casi como delincuentes terminamos corriendo a otro carro y a todo gas saliendo antes de que apareciese el chofer el primero... Anna diciéndole al chofer. Aquí el que no corre vuela! y el otro... creo que estaba con sordera selectiva.
La llegada a Pisac... diferente, el suelo lleno de barro, y nos tocó cruzar un puente colgante para continuar el viaje ( el puente para vehículos se cayó con la inundaciones), cruzamos y de allí carro a Calca. Llegada decente y a casa de Ciro, a comer jamón y embutidos que trajo Anna (como se echan de menoooos). La noche, fue como un espectáculo, Anna que siempre lo tiene todo milimetrado... no se si fue los efluvios del valle sagrado pero parecía la novia de Pierre Nodoyuna!, risas y a dormir.
En la mañana, dos lugares de ensueño, aunque el inicio en un taxi oliendo a pescado a full, fue para recordarlo en la mente y... en la ropa!. Empezamos por Chinchero, un lugar que, para Anna y para mi, tiene un cariz especial, no pregunten por que... es así y puuuunto en boca! Nos pasamos un rato buscando la Virgen de Montserrat en el templo, de forma infructuosa (Ah! no lo cuenten, nos colamos en el pueblo sin pagar la entrada).
Una vez terminada la visita, los millones de fotos raras, y las risas de un barrigón que no nos dejaba hacer fotos (no se apartaba el jodío, y una talla más de chompa no le iría mal, la verdad...), nos fuimos hasta el pueblo de Maras, y de allí, iniciamos un descenso de una horita hasta llegar a las Salinas de Maras, el trayecto fue de lo mas espectacular, colores intensos, mamitas subiendo con mulas cargadas con sacos de sal, silencio total, tiempo para pensar... Hasta que se abrió ante nosotros una ladera llena de pequeñas piscinas de colores tierra, en las cuales se iba secando la sal que sale por el río salado de la montaña.
Era espectacular ver como a medida que se va secando el agua, el color de cada parcela de salina va cambiando de color, hasta dejar la famosa sal rosada de Maras.
Una horita más de trayecto, hasta cruzar por otro puente colgante el río Vilcanota.
Resumiendo: día genial, paisajes de ensueño, y calva como un tomate.
El último día en Calca, nos dio para ver la escuela rural en donde nuestro amigo Ciro es director. Cuando ves en las condiciones en las que dan las clases, se te cae la cara de vergüenza de las quejas chorras que tenemos en el llamado "primer mundo".
El regreso al Cusco si que fue para recordarlo, en un coche de los de maletero grande íbamos:
OJO AL DATO Y CUENTEN EL TOTAL:
delante: chofer y 2 en el asiento de copiloto.
detrás: Anna, un argentino casado con cusqueña y viviendo en Tarragona y yo.
maletero: 3 chicas que apestaban a.... dejémoslo. Una niñita encantadora, y el dueño del carro
total? cristo y su madre. Esto si hubiera sido por carretera, tendría su pase, pero por trocha, y derrumbes, pues como la película... algo para recordar!
Hoy día, masaje, (Anna terminó haciendo quitar pelos, y montando un altar facial rodeado de kleenex), almuerzo en el Cicciolina con Joshimar, y compras.
Anna y yo estamos contentos, ya que hemos estado con Joshi, ayudándolo a hacer currículum, y animándolo a que presentara su CV en los mejores hoteles y restaurantes del Cusco, a ver si hay suerte!
Mañana, bus limpio (esperamos) y dirección Juliaca!
Decididamente, desde que te levantas hasta que te acuestas, acá todo es una aventura!
Después de levantarnos e ir hasta el paradero para Pisac, decidimos subirnos en un carro, pero como el chofer se había ido... llega otro y nos hace salir de un carro y, casi como delincuentes terminamos corriendo a otro carro y a todo gas saliendo antes de que apareciese el chofer el primero... Anna diciéndole al chofer. Aquí el que no corre vuela! y el otro... creo que estaba con sordera selectiva.
La llegada a Pisac... diferente, el suelo lleno de barro, y nos tocó cruzar un puente colgante para continuar el viaje ( el puente para vehículos se cayó con la inundaciones), cruzamos y de allí carro a Calca. Llegada decente y a casa de Ciro, a comer jamón y embutidos que trajo Anna (como se echan de menoooos). La noche, fue como un espectáculo, Anna que siempre lo tiene todo milimetrado... no se si fue los efluvios del valle sagrado pero parecía la novia de Pierre Nodoyuna!, risas y a dormir.
En la mañana, dos lugares de ensueño, aunque el inicio en un taxi oliendo a pescado a full, fue para recordarlo en la mente y... en la ropa!. Empezamos por Chinchero, un lugar que, para Anna y para mi, tiene un cariz especial, no pregunten por que... es así y puuuunto en boca! Nos pasamos un rato buscando la Virgen de Montserrat en el templo, de forma infructuosa (Ah! no lo cuenten, nos colamos en el pueblo sin pagar la entrada).
Una vez terminada la visita, los millones de fotos raras, y las risas de un barrigón que no nos dejaba hacer fotos (no se apartaba el jodío, y una talla más de chompa no le iría mal, la verdad...), nos fuimos hasta el pueblo de Maras, y de allí, iniciamos un descenso de una horita hasta llegar a las Salinas de Maras, el trayecto fue de lo mas espectacular, colores intensos, mamitas subiendo con mulas cargadas con sacos de sal, silencio total, tiempo para pensar... Hasta que se abrió ante nosotros una ladera llena de pequeñas piscinas de colores tierra, en las cuales se iba secando la sal que sale por el río salado de la montaña.
Era espectacular ver como a medida que se va secando el agua, el color de cada parcela de salina va cambiando de color, hasta dejar la famosa sal rosada de Maras.
Una horita más de trayecto, hasta cruzar por otro puente colgante el río Vilcanota.
Resumiendo: día genial, paisajes de ensueño, y calva como un tomate.
El último día en Calca, nos dio para ver la escuela rural en donde nuestro amigo Ciro es director. Cuando ves en las condiciones en las que dan las clases, se te cae la cara de vergüenza de las quejas chorras que tenemos en el llamado "primer mundo".
El regreso al Cusco si que fue para recordarlo, en un coche de los de maletero grande íbamos:
OJO AL DATO Y CUENTEN EL TOTAL:
delante: chofer y 2 en el asiento de copiloto.
detrás: Anna, un argentino casado con cusqueña y viviendo en Tarragona y yo.
maletero: 3 chicas que apestaban a.... dejémoslo. Una niñita encantadora, y el dueño del carro
total? cristo y su madre. Esto si hubiera sido por carretera, tendría su pase, pero por trocha, y derrumbes, pues como la película... algo para recordar!
Hoy día, masaje, (Anna terminó haciendo quitar pelos, y montando un altar facial rodeado de kleenex), almuerzo en el Cicciolina con Joshimar, y compras.
Anna y yo estamos contentos, ya que hemos estado con Joshi, ayudándolo a hacer currículum, y animándolo a que presentara su CV en los mejores hoteles y restaurantes del Cusco, a ver si hay suerte!
Mañana, bus limpio (esperamos) y dirección Juliaca!
Ja veig que estàs de fàbula i que continues amb les teves fantàstiques aventures!
ResponderEliminarAquí no treuen punts del carnet de conduir per excès de "gent"...??? Joer! si l'Anna es feia treure els pèls...vuuuuaaaaa...no se jo que faria...!
Cuida't! I de la calva, també!
Una abraçada!
compadritoooooo....como le esta yendo de bonito! no se si podra usted volver a adaptarse a la sociedad de andorranitos...
ResponderEliminarNo te aventures tanto con los carros a full por las ciénagas, que ahi no hay ni RACC ni SUM eh?
petons
Madre mía!!!, menudas aventuras, yo en vez de un blog iría pensando en escribir un libro. Y va en serio. Después de leer esto solo puedo decir: suerte, mucha suerte.
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